El período
neonatal es único en cuanto al crecimiento y desarrollo del niño. La nutrición
en este período es decisiva y tiene requerimientos especiales. En el caso
prematuro, éste debe completar fuera del útero el desarrollo que debiera haber
ocurrido en los últimos meses del embarazo. El tercer trimestre de la gestación
está caracterizado por un crecimiento rápido, el cual está condicionado a un
determinado aporte de macronutrientes (proteínas, hidratos de carbono y grasas) y micronutrientes (minerales y vitaminas).
La nutrición del prematuro debería asemejarse a la que recibe dentro del útero, a la que debe agregarse ciertas necesidades energéticas propias de la vida extrauterina, como son la termorregulación y diversos tipos de actividades o stress (dolor, hambre, etc.). El prematuro tiene, además, limitaciones en cuanto a la tolerancia digestiva y capacidad de absorción de alimentos.
Esta etapa es la más vulnerable a los daños que puede ocasionar una desnutrición grave y prolongada. La nutrición es una condición indispensable tanto para el desarrollo normal y la superación de las diversas limitaciones que tienen órganos y sistemas del prematuro, como para la recuperación de las enfermedades que le son propias. Es por esto que la preocupación por la nutrición del recién nacido y la valuación periódica de ella debe ser constante, especialmente en el niño que requiere cuidado intensivo.
La nutrición del prematuro debería asemejarse a la que recibe dentro del útero, a la que debe agregarse ciertas necesidades energéticas propias de la vida extrauterina, como son la termorregulación y diversos tipos de actividades o stress (dolor, hambre, etc.). El prematuro tiene, además, limitaciones en cuanto a la tolerancia digestiva y capacidad de absorción de alimentos.
Esta etapa es la más vulnerable a los daños que puede ocasionar una desnutrición grave y prolongada. La nutrición es una condición indispensable tanto para el desarrollo normal y la superación de las diversas limitaciones que tienen órganos y sistemas del prematuro, como para la recuperación de las enfermedades que le son propias. Es por esto que la preocupación por la nutrición del recién nacido y la valuación periódica de ella debe ser constante, especialmente en el niño que requiere cuidado intensivo.
Ventajas
adicionales de la leche materna
Junto al aporte nutricional ideal, se han determinado una serie de otras ventajas de ella frente a la leche artificial:
Protección contra las infecciones. IgA secretoras. El RN no es capaz de producir IgA en el período neonatal. La leche materna aporta IgA, que dan una protección local contra las infecciones por virus y bacterias, impidiendo la adhesividad de éstos a la mucosa intestinal.
Junto al aporte nutricional ideal, se han determinado una serie de otras ventajas de ella frente a la leche artificial:
Protección contra las infecciones. IgA secretoras. El RN no es capaz de producir IgA en el período neonatal. La leche materna aporta IgA, que dan una protección local contra las infecciones por virus y bacterias, impidiendo la adhesividad de éstos a la mucosa intestinal.
- Estimula el desarrollo del
Lactobacilo, germen de baja virulencia que impide el desarrollo de otros
más virulentos.
- Aporta lisozima, que tiene efecto
bacteriostático contra los bacilos gram positivos.
- Proporciona lactoferrina que al unirse al fierro en
el intestino impide que esté disponible para la multiplicación bacteriana.
La leche materna es estéril y su temperatura es siempre la conveniente.
No produce sensibilización. La mucosa intestinal del RN es más permeable a las proteínas. Un suplemento de fórmula administrado por una vez en este período, es potencialmente suficiente para estimular la sensibilización.
- Estimula la relación madre-hijo.
Fisiología de
la lactancia.
La prolactancia, hormona secretada en la hipófisis posterior, es la responsable de estimular la secreción de leche en las células alveolares de la glándula mamaria. Después del desprendimiento de la placenta, bajan los niveles de estrógeno y progesterona, con lo que se produce un aumento de la prolactina.
El reflejo de eyección de la leche es producido por la "oxiticina" de la hipófisis posterior. Esta hormona provoca la contracción de las células mioepiteliales en los alvéolos mamarios y conductos galactóforos. La succión del pezón produce el reflejo de eyección de la leche que las madres relatan como una sensación de bajada de la leche. Como la hipófisis posterior está controlada por el hipotálamo, este reflejo puede ser alterado por una serie de factores ambientales y sicológicos como ansiedad, tensión o dolor.
La prolactancia, hormona secretada en la hipófisis posterior, es la responsable de estimular la secreción de leche en las células alveolares de la glándula mamaria. Después del desprendimiento de la placenta, bajan los niveles de estrógeno y progesterona, con lo que se produce un aumento de la prolactina.
El reflejo de eyección de la leche es producido por la "oxiticina" de la hipófisis posterior. Esta hormona provoca la contracción de las células mioepiteliales en los alvéolos mamarios y conductos galactóforos. La succión del pezón produce el reflejo de eyección de la leche que las madres relatan como una sensación de bajada de la leche. Como la hipófisis posterior está controlada por el hipotálamo, este reflejo puede ser alterado por una serie de factores ambientales y sicológicos como ansiedad, tensión o dolor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario